REPORTAJE MULTIMEDIA
Mujeres de fuego
Nayara Cervera. València.
Un
olor a pólvora recorre las calles de tres ciudades. Una Comunidad unida por las
llamas del fuego y una fiesta marcada por la fuerza de las mujeres. Las
contradicciones saltan a la vista, gaiatas, fallas y hogueras tienen a las
mujeres como la pieza principal de sus fiestas, pero realmente siempre están en
la sombra del trabajo liderado por los hombres. Entonces, ¿Cómo de importante
es la figura de la mujer dentro de la fiesta? ¿Se ha conseguido dar la
importancia suficiente? ¿Y la visibilidad? ¿Es una tradición machista? ¿Es la
mujer un florero de la fiesta? ¿Imagen o representación?
![]() |
| Timeline sobre la aparición de la mujer en la fiesta |
«Un oficio de hombres», Elisa Peris Roca, orfebre
Los primeros talleres orfebres nacen en 1918 aunque
siempre reconocido como un oficio de hombres. Elisa Peris Roca, gerente de uno
de los talleres más reconocidos a nivel provincial y estatal, cuenta su entrada
por primera vez a un taller en el año 2005: «Estaba rodeada prácticamente de
hombres, y yo era casi siempre la única mujer. Cuando
llego me encuentro con un mundo de ocultismo y secretismo profesional donde
nadie quiere contar nada y es como todo muy patriarcal».
Las contradicciones empiezan a ser visibles, la mujer es la figura principal, pero se encuentra en la sombra del oficio. Peris Roca confiesa que, en el micromundo de la fiesta fallera, los referentes son hombres y las representantes femeninas son muy pocas: «Lo del techo del cristal es cierto, te tratan como una más, pero no formas parte de ese círculo que se reúne con los políticos o con otras esferas. Ni siquiera te preguntan y ni siquiera se plantea que haya una representatividad de la mujer en esos oficios» reconoce la orfebre.
«Sigue siendo un mundo muy machista», María José de la Vara García, artista fallera
Si
hay un oficio en el que abunden los hombres es el del artista fallero.
Aproximadamente, de los 200 artistas agremiados, solo 11 son mujeres. La
cuestión transciende en la mayor parte de los oficios de la fiesta, María
José de la Vara García, lleva 32 años siendo artista fallera, pero
trabajando en la sombra por no poder agremiarse. Según estas cifras, De la Vara
García explica: «Vemos que sigue siendo un mundo muy machista».
La primera mujer reconocida como profesional artista fallera fue en 1950 aunque tal y como asegura la artista: «Seguimos estando en un segundo plano, no se nos reconoce ni se conocen nuestros nombres». La actual crisis del coronavirus ha dejado en un segundo plano la problemática que existe con la visibilidad de la mujer en estos oficios. Es por ello que, la artífice de monumentos falleros en el taller de Pedro Rodríguez añade que «es muy triste», pero para que veamos a una mujer siendo Maestra Mayor del Gremio «tienen que pasar años».
«Los compañeros de profesión intentaban desprestigiarte», Reyes Martí Miró, pirotecnia
La primera mascletá disparada por una mujer tuvo que
esperar hasta el año 2003. Su éxito se ha plasmado con numerosos galardones
como el de «Les dones de la festa», impulsado por las instituciones y que
recogió junto a Elisa Peris Roca. Sin embargo, el camino no ha sido como para
lanzar cohetes: «Los compañeros de profesión intentaban desprestigiarte todo loque sabían y más», confiesa la pirotecnia. Todo ello, no ha impedido a Reyes
Martí consagrarse en el mundo de la pólvora hasta convertirse en una mujer «de
traca».
«Hay gente que todavía no lo entiende, cada vez que paso la ofrenda tengo que oír ¿Qué hace esa ahí?», Cristina Suay, presidenta de falla
El censo de Junta Central Fallera muestra que el 88%
de los hombres continúan liderando el cargo de presidentes mientras que, solo
el 12% lo ocupan las mujeres. Cristina Suay, presidenta de la falla Rosario –
Plaza Calabuig, cuenta su experiencia desde el mandato: «Este es mi cuarto año
como presidenta, al principio me costó un poco adaptarme porque eran todo
hombres y yo».
Una de las máximas dirigentes del sector del marítimo
comenta que todavía hay fallas que «no han cambiado el chip». Asimismo, la
presidenta confiesa: «He recibido mensajes alabando mi presidencia, pero me han
llegado a reconocer que el hecho de que haya una mujer en la presidencia es
impensable». No obstante, Suay cree que, pese a ser «un poco clasistas» en algún momento veremos a
una mujer siendo presidenta de la Junta Central Fallera.
«Creo que se nos está protegiendo
muy poco», María, indumentarista de Aguas
de Marzo
La otra cara de la moneda es la del sector de la indumentaria, donde el 95% de las personas que ocupan el oficio es desde sus inicios de las mujeres. Desde Aguas de Marzo, su indumentarista y gerente María explica la importancia desde el sector que viste a las protagonistas de la fiesta: «La figura de la mujer es muy importante, no solo como cliente, que mueve mucho, sino también como representante de toda una fiesta y de toda la ciudad».
Sin
embargo, las reticencias vuelven a ser claras «Es muy injusto que después de
llevar décadas y décadas trabajando en este sector, se siga conociendo más el
trabajo de un indumentarista hombre que el de una mujer y eso es algo que sigue
pasando». Además, la premisa sobre la falta de visibilidad y concienciación vuelve
a repetirse: «Creo que se nos está protegiendo muy poco, no hay apoyo institucional
ni visibilidad suficiente. La fiesta y sus oficios son muy nuestros, si eso se
pierde, va a ser irremplazable» confiesa la gerente de uno de los viejos
talleres de la ciudad.
«Se nos ha olvidado que no estamos en un concurso de misses», Belleas del Foc y Reinas de la Magdalena
La controvertida elección de las belleas del foc de Alicante
ponen en el punto de mira los parámetros con los que se eligen a las
representantes de las tres fiestas. Cristina Suay, presidenta y jurado admite
que nos hemos olvidados que, «no estamos en un concurso de misses», sino que
buscamos a una representante que sienta la fiesta.
En la misma línea que Suay, Laura Caballero, fallera mayor de Valencia en 2011 afirma: «Creo que nos estamos pasando, no hay que buscar una representante que hable chino, sepa 5 idiomas y tenga 3 carreras, hay que buscar la representación del sentimiento de la fiesta». Ambas mujeres creen que la situación con los años está evolucionando, pero que no nos estamos dando cuenta de «todos somos piezas fundamentales» dentro de una fiesta rica culturalmente.
«Cuando una fallera mayor habla es como ¿ves cómo sabe hablar?», Laura Caballero, Fallera Mayor de Valencia en 2011
Hace 10 años, Laura Caballero era elegida Fallera Mayor de Valencia. La que fuese máxima representante de la ciudad del Turia cree que la cuestión de la mujer ha ido evolucionando a la par de la sociedad: «
Entonces, ¿representación o imagen?
La realidad es un
delirio común y la contradicción de la fiesta una evidencia más del contexto
social que vive la mujer en muchos sectores. Son la representación principal,
pero siempre por detrás de orfebres, artistas, pirotécnicos, presidentes e
indumentaristas. Son la imagen, pero no la palabra. Son el foco, pero siempre
están en la sombra. Sin embargo, si de algo no hay que olvidarse, es que son
oficio, son cultura, son fiesta y son patrimonio.



Comentarios
Publicar un comentario